martes, 3 de noviembre de 2009

Me encuentro triste amigo

El templo palidece... las sombras toman posesión del alma y la oscuridad se siente llegar.
¡La pluma se mueve por si sola! corta el aire, zumba y destroza con furia mis oídos... que lastimera situación: no pueden oir la luz.
La pluma, que siente que puede escribir por siempre, escribe y escribe, letra tras letra, una y otra vez... y cien veces más, mi historia.

Bien, he aquí el embrujo: "Canta el sabio su canción llena de palabras dulzonas, que riman con la razón". Y yo me pregunto: ¿Qué sabio habla al corazón?
Me encuentro triste amigo, y como sabes mi capacidad de entristecerme es efectiva, al grado de enrojecer mi alma con una sola gota de la tinta del disgusto. ¿Sabes de comprender?
Pues yo si, comprendo que me encuentro tal y como me vez: marchito. Porque por unos momentos mi tierra se hace aire y mi agua, maravillosa agua, se convierte en veneno.

- Sabia voz: "Cuando las palabras no llegan, no alcanzan, mantente sereno. Toma al tiempo por profeta y consejero"

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